miércoles, 26 de marzo de 2008

RECUERDOS DE VIAJES

Tras las vacaciones, hay que saber aguantar con cierta estoicidad que te cuenten , con todo lujo de detalles, las odiseas que han tenido tus vecinos en un hotel de Soria. El increíble trasiego de pasos procesionales que ha vivido tu cuñada en Sevilla, o lo duro que fue sobrevivir al mal tiempo por parte de tus compañeros de trabajo en un Bilbao sin tener centros comerciales abiertos. Es lo que tienen de malo las vacaciones: que una vez pasadas, hay que recordar las propias y las ajenas.
También es bonito recordarlas a través de los regalos que te han traído. El mundo del souvenir siempre ha sido algo que da pie a reflexiones sobre lo que es tener o no tener gusto y estética. Hoy sabemos de un joven finlandés, admirador de los misteriosos moais de la Isla de Pascua, esas enigmáticas esculturas de piedra, que fué sorprendido encaramado a una de ellas destrozando parte de una de sus orejas para llevársela como recuerdo. Una lugareña le denunció, y él, al ser sorprendido, arrojó la pieza al suelo, como diciendo “ yo no he sido”. Evidentemente, ha sido detenido y será juzgado por acción vandálica y se espera que sea condenado a una indemnización que supere los 15.000 euros. No se llega a entender que alguien destroce el Patrimonio que tanto admira supuestamente. Tal vez la mejor condena para este impresentable sea intentar descubrir como se pudieron colocar los moais en sus ubicaciones, haciendole arrastar alguno por toda la isla. Sí, que soy muy bestia..... bueno, el finlandés también.
En el Estado de Florida están pensando en prohibir llevar los pantalones caídos en los centros escolares. De este tema ya hemos hablado en otras ocasiones, porque hay una auténtica cruzada contra esa moda de enseñar la ropa interior en chicos y chicas. Ellas lucen tanga, y ellos lucen casi todo lo que llevan debajo del pantalón. Al margen del dudoso gusto de este estilismo, y que sea motivo de distracción en el alumnado, hay que reconocer que llevar los pantalones tan bajos se ha convertido en un ejercicio de equilibrio y si correr con tacones es un ejercicio de habilidad y se organizan carreras para practicarlo, sugiero que correr los 100 metros con pantalones muy caídos sea disciplina olímpica en Beijing. Por cierto: ¿para cuándo un homenaje a Cantinflas en las pasarelas?

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