sábado, 22 de marzo de 2008

18 mayo 2007

Desilusión
18/05/2007
Siempre hay alguien que se empeña en amargarnos la vida, y rompernos las ilusiones. De nuevo viene alguien a decirnos que lo que parece una virtud, un don, no es más que un defecto. Lo bello, lo genial, lo creativo no es más que fruto de una atrofia. Se puede entender de este empeño que para ser "perfecto", hay que ser vulgar. Se ha insinuado cantidad de veces (muchas con razón, eso sí)que la creatividad es fruto del consumo de drogas o de desequilibrios mentales, pero esto ya es demasiado: las cataratas han tenido su influencia en el arte.
Es lo mismo que cuando vimos en Forrest Gump que el famoso movimiento de caderas de Elvis podría ser fruto de ver al pequeño Forrest bailar con aquellos aparatos ortopédicos en sus piernas. Y además, esta noticia genera falsas esperanzas: seguro que más de un jubilado con aficiones pictóricas decide no arreglar sus posibles problemas de visión confiando en el incremento de valor de sus lienzos.
Polonia es un gran país y, sin embargo, muy poco conocido, salvo por ser la tierra del anterior Papa, y del novio de Ana Obregón. También es curiosa la historia de sus mandatarios: presidente de la República y Primer Ministro son hermanos gemelos. No se conoce caso igual, por lo menos en un estado democrático, porque el otro tipo de régimen ya sabemos que las relaciones familiares pesan mucho. Hoy hemos descubierto, sin embargo, que estos poderosos hermanos, o, por lo menos uno de ellos, está en manos de un ser superior. Sus finanzas, que imaginamos que no viven malos momentos, las controla su madre. El primer ministro de 54 años de edad continúa viviendo con ella ( no hay manera de que se independice) y asegura que nunca ha tenido una cuenta a su nombre para evitar que le ingresen dinero involuntariamente y luego le acusen de recibir donaciones de dudoso origen. Curioso temor el del primer ministro. A más de uno ya le gustaría encontrar ingresos en cuenta de manera anónima. Ya ven: en Polonia, líderes hay dos, madre no hay más que una, y las cuentas las tiene ella.

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