sábado, 22 de marzo de 2008

27 abril 2007

Negocios e inteligencia
27/04/2007
Menos mal que tenemos un largo fin de semana por delante para poder reflexionar sobre esta noticia: la riqueza y la inteligencia no van de la mano. Menos mal que Jay Zagorsky, científica investigadora de la universidad estatal de Ohio ha realizado una investigación basada en más de 7.000 entrevistas y ha podido llegar a esta insospechada sentencia: "Las personas no se enriquecen porque son inteligentes". Es el primer caso en el que una persona cree, de partida, que los ricos tienen dinero porque son más inteligentes. Imagino que todos los que no lo somos nos sentimos muy aliviados y agradecidos a la pérdida de tiempo de esta investigadora al saber que el triste saldo de nuestra cuenta corriente no es consecuencia de nuestro alto grado de estupidez. ¿No habrá oído hablar de Anne Nicole Smith? ¿ y de Paris Hilton? ¿ no conocerá a nadie inteligente con la cuenta corriente por los suelos?. Tengo la sensación de que tampoco tú, mi querida Jay, te vas a hacer rica, aunque en tu caso puede que si tenga relación la falta de inteligencia y la obtención de riqueza. Parece increíble que en el país donde no eres nadie si no tienes un millón de dolares antes de los 30, alguién se cuestione que sólo se gana dinero con el poder de la mente. Esto sí que es inteligente: La parroquia de Saluzzo, localidad italiana cercana a Génova, ha ideado un kit que contiene la imagen de la Sagrada Familia, el texto de una oración y una botella de plástico llena de agua bendita. La falta de sacerdotes que puedan acudir a las inauguraciones de casas y negocios a bendecir las nuevas instalaciones no debe de ser motivo para que éstas no se lleven a cabo " como Dios manda". Una cosa es la falta de vocaciones, y otra la inteligencia para el negocio de los que aún mantienen los hábitos. Ahí está el negocio: "bendígaselo Ud. mismo". Un negocio con poca mano de obra, pero con mucho futuro, o así lo creen los creadores del kit de bendiciones que ya han preparado 3.500 unidades.

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