28 mayo 2007

Una de records
28/05/2007
Pasar a la posteridad por haber realizado algo que nadie haya podido superar es la meta de muchas personas. Ahí está el famoso libro Guiness de los Records, auténtico best-seller en el que más de uno quiere firmar una página. Pero ese afán por obtener récords está muy lejos, o debería estarlo, de la admiración, el mérito y el aplauso. Hoy encontramos dos ejemplos:
Es Georgiano, tiene 35 años y se llama Goderdzi Majaradze. Podríamos hacer un chiste fácil a cuenta de su apellido para justificar su proeza. El chaval ha ascendido una montaña con un balón en la cabeza. Con una altura de 770 metros y un total de 1321 escalones hasta la cumbre, el ex -atleta ha demostrado seguir en buena forma, ya que anteriormente había obtenido dos récords mundiales. El primero, en 1996, al golpear 64000 veces una pelota con la cabeza durante más de ocho horas y el segundo al recorrer con una pelota en su frente 19 kilómetros en tres horas y 38 minutos. Se demuestra, a mi entender, lo que siempre se ha dicho: golpearse la cabeza no es bueno.
El segundo récord mundial lo ha logrado el británico Tony Wright, de 43 años. Ha conseguido permanecer despierto durante 266 horas, superando el establecido en 264 horas en el año 1964 por el estadounidense Randy Gardner. Esta barbaridad la ha conseguido gracias a la ayuda de sus amigos y una serie de voluntarios, además de una dieta rica en alimentos crudos y muchas infusiones de té, mientras jugaba al billar. Ten amigos para que te dejen hacer esta burrada. Dice Tony que quiso demostrar con este ejercicio que el cerebro no pierde efectividad con el cansancio. Puede que así sea: efectividad no perderá, pero el raciocinio desaparece.