Hay quien es capaz casi de cualquier cosa por salir en televisión. Incluso, es capaz de perder su trabajo por unos minutos de gloria, esa gloria tan efímera como la de ser concursante en un programa. A cambio, tal vez compense el premio económico, pero ya vemos que hasta los que participan en Gran Hermano, al margen de supuestas ganancias económicas, su popularidad dura poco más que una portada de “Interviú”.
Hoy conocemos que un concursante de “Cifras y Letras” ha sido despedido de su puesto de trabajo por faltar al trabajo por participar en el concurso. Parece que el concursante solicitó permiso para ir a televisión un día, pero la cosa se complicó y faltó ocho días, sin notificación alguna a la empresa. El trabajador niega ese argumento, ya que insistía que solicitó ese día de permiso, “y los que fuera necesario, a cargo de sus vacaciones”, argumento que niega la empresa.
Lo que no me consta es cuánto pudo ganar en “cifras y Letras”. Al menos, esperemos que compense algo la pérdida de puesto de trabajo, porque no siempre sale uno bien parado después de un concurso: hay quien participa, no gana dinero y encima hace el ridículo. Me pregunto por qué sigue alguna gente yendo a televisión.
domingo, 2 de noviembre de 2008
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