Llama la atención que muchos templos se encuentren casi vacíos y que falten feligreses y, por otra parte, crezcan las sectas y el apasionante mundo del telepredicador. Un fenómeno que en América causa furor y provoca grandes audiencias televisivas y mucho negocio y que aquí aún está muy verde. Pero todo llegará.
Casi todo vale para la captura de la atención del creyente. Personalidad, carisma y tentadoras ofertas de alcanzar la santidad y tranquilizar las conciencias. Pero hay quien va más allá y recurre al sexo para captar audiencia (vamos, lo que siempre se ha hecho en televisión). Ed Young, un telepredicador de Texas a animado a sus seguidores a mantener relaciones sexuales durante siete días seguidos. Eso si, entre parejas casadas, claro está. Dice que así se mejora la pareja y se combate con la promiscuidad sexual y se recupera el protagonismo del acto sexual en el seno de la familia. Y se logrará la Salvación. Y ha anunciado que va a ser el primero en hacerlo. Su mujer no ha dicho nada.
¡Cómo no van a estar las Iglesias vacías! Si uno te propone sexo a diario durante una semana y otro que reces tres Avemarías y cuatro Padrenuestros, la decisión está clara. Alguien necesita asesoramiento en
jueves, 20 de noviembre de 2008
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