miércoles, 19 de noviembre de 2008

LA FAMOSA PLACA

Si levantara la cabeza Sor Maravillas seguro que tampoco aprobaría la que se ha organizado en el Parlamento con su persona. Tampoco le interesará mucho que pongan una placa en su nombre, ya que las religiosas suelen ser muy humildes y huyen de la notoriedad.

Lo suyo es el silencio, la vida recogida, y no les va el mundo del nombre propio y el protagonismo. Vamos, que no creo que se vaya a revolver en su tumba o en los cielos ,que es donde imaginamos que se encuentra, porque finalmente se haya rechazado la colocación de una placa en el lugar donde nació, vease, en el Congreso de los Diputados.

La verdad es que tampoco se entiende que haya quien se ha puesto como una fiera por la intención de reconocer con una placa en el Congreso a Sor Maravillas. Se iba a colocar porque ella nació allí, no porque haya supuesto su persona una gran aportación al poder legislativo del país. Las calles y plazas de todas partes están llenas de placas informativas y de reconocimientos a personajes que, en muchas ocasiones, cuestionamos que hayan sido ilustres. Y sin embargo, por su notoriedad en un momento histórico, sabemos dónde nacieron o dónde vivieron. Sí, dense un paseo por las calles más cercanas y preguntense quienes fueron y que pensaban algunos de sus ilustres vecinos. Igual les entran ganas de quitar algunas placas y de colocar otras. Yo lo que no voy a hacer es pegarme con nadie por Sor Maravillas

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