jueves, 13 de noviembre de 2008

LUCHA EN EL BARRO

Es lo único que faltó ayer en Telecinco: algo de barro. Las dos estaban preparadas y dispuestas y el público seguro que respondió al encuentro. Ni un Real Madrid –Barcelona, ni un Atletic-Real. Eran Ana Rosa y Maria Teresa. La primera entrevistaba a la segunda. A mi entender, la segunda ganó por goleada.

Ana Rosa sabía lo que tenía entre manos, una rivalidad de señoras, con todas las armas preparadas: la falsedad, las sonrisas cordiales, el salpicar de buen rollo preguntas incómodas. Hubo de todo, la verdad. Pero Ana Rosa tuvo que aguantar que la malagueña le dijera que cuando a ella le atacaban, no saliera en su defensa como compañera. Ana Rosa, inexpresiva por obra del botox, se hizo la sueca.

Maria Teresa es más comunicadora. Sabe controlar los tonos, los tiempos, ponerse seria cuando lo considera oportuno y reirse con una sinceridad que Ana Rosa no controla. Hablaron hasta de dinero, de lo que ganaba una y la otra, de “que delgada estás, seguro que para hacerme a mi más gorda”.... vamos, todo un espectáculo televisivo, calculado por las dos para que no fallara a las expectativas y la propia cadena para dar un golpe de efecto y de impulso a las audiencias matinales .
Si algo sabe hacer Telecinco, frente a otros medios, es rentabilizar lo que en otras empresas se oculta: las rivalidades. Unos crean vínculos extra laborales entre sus trabajadores y otros enfrentamientos. Todo sea por el bien de la empresa

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