Esta fiesta importada directamente desde los Estados Unidos parece que va cuajando entre nosotros. Fundamentalmente, porque el negocio que genera esta fiesta conviene potenciar, más en tiempos de crisis.
Todo lo necesario para disfrazarse y dar miedo mueve toda una industria. Y los cultivadores de calabazas han encontrado un filón. Pero todo tiene sus riesgos, y FACUA-Consumidores en acción se ha visto obligada a intervenir. Han estudiado los riesgos que conlleva portar una máscara y han descubierto que se está comercializando una máscara de Bin Laden que puede provocar asfixia.
Han visto también peligro en algunas pelucas que arden con facilidad, especialmente peligrosas para fumadores que vayan con ellas en la cabeza y pidan fuego a alguien. Hay también un disfraz infantil de Robin Hood que puede provocar estrangulamiento. En total, han detectado 28 productos que son peligrosos. Y se agradece su trabajo y su preocupación.
Está claro que, horas antes de la noche de Halloween nos preocupa menos el disfraz infantil de Robin Hood, porque no es el día para ponérselo al chiquillo. Pero atentos a las máscaras de Bin Laden, que dan mucho miedo y no habría muerte más tonta que ahogarse uno mismo con ella puesta. ¡Cuidadín!
jueves, 30 de octubre de 2008
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