Las personas de cierta edad suelen decir aquello de “ es que la juventud ya no respeta nada”. Debe de ser que me voy haciendo mayor, porque en estos momentos ya no respeta casi nada ni la gente de cierta edad.
Los políticos, aquellos señores serios de traje oscuro, han dado paso a hombres y mujeres, con un aspecto ligeramente más simpático y campechano y sobretodo si con esa actitud consiguen más votos. Pero a no todos les va este tipo de cercanía.
Si a Sara Palin le han salido imitadoras en el humor televisivo y en el cine porno y no ha podido más que entrar al trapo del asunto para no parecer más conservadora que lo que ya es, Sarkozy ha marcado bien la frontera, aunque le cueste su popularidad.
Una editorial francesa ha comercializado un muñeco vudú con la cara del presidente francés, con sus agujas y todo. La demanda dice que vulnera su derecho de imagen. Será un argumento para ganar la demanda, pero más que los derechos, lo que supone hacer vudú a alguien atenta con el buen gusto, y con las creencias de quien practica esos rituales. A veces, muchas veces, ser gracioso puede hacer daño. ¿O será que estoy perdiendo el sentido del humor?
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