RECORDS

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Batir una marca establecida previamente es un mérito, dependiendo de cuál sea el objetivo a batir. Ser la más guapa del vecindario no es lo mismo que ser Miss España, aunque también tendrá su mérito y reconocimiento. Guapa no me parece, aunque pone empeño en serlo, pero voz no le falta para lograr records: Mariah Carey ha superado a Elvis Presley en el ranking de los “números uno” logrados en las listas de exito estadounidenses. Elvis era el Rey indiscutible, del Rock y de los números uno, pero llegó primero Madonna y después ha llegado Mariah Carey. El éxito parece, por tanto, cosa de mujeres en los tiempos que corren. El rey del Rock pasa a ser Infante consorte y demos la bienvenida a las Reinas.

En Ucrania se bate otro tipo de records: un futbolista ha recorrido 42 kilómetros, todo un maratón, dando toques a un balon. El esférico no tocó suelo durante las diez horas que tardó en recorrer tal distancia y se contabilizó más de 47.000 toques. Como para aburrirse y que te dé un tirón en la rodilla. Kutzenko, que así se llama el deportista, dice que su secreto consiste en concentrarse en el balón y espera que su nombre vuelva a ser inscrito en el Guinness, ya que en otras dos ocasiones anteriores ya lo ha hecho. Si no te ganas la vida con el fútbol, al menos, te dará popularidad.

No es un record, pero mérito tiene: un australiano salvó a su mujer de la muerte al “galopar” sobre un cocodrilo. Sí, ella estaba bañándose de noche en un río de una reserva natural (a quien se le ocurre!!!). Un cocodrilo de dos metros y medio de longitud no puede dejar de fijarse en ella y decide darle algo más que conversación. La boca del reptil se tropezó con su muslo izquierdo y ella, lógicamente alterada, gritó, con lo que su marido acudió pronto a su rescate. Al ver al cocodrilo, el hombre decidió subir a su lomo ( no sé si los cocodrilos tienen lomos) y galopar hasta que soltó de sus fauces el muslo de su mujer. Es normal, el cocodrilo no es una especie acostumbrada a que nadie se suba encima y ante el desconcierto, suelta cualquier cosa que tenga entre dientes. A veces, la forma de ganar a un contrario es sorprenderle con lo inesperado. Es una forma también de lograr records.