Han detenido en Barajas a un pasajero que regresaba de Colombia con 2000 pastillas de viagra en su equipaje. El detenido no contaba con los permisos reglamentarios para introducir en el estado todo ese cargamento. El hombre que, por cierto, es vasco, afirmó que las pastillas no tenían como objeto el comercio ilegal, sino que eran para uso propio. Sí, deben estar pensando, como yo, que el individuo debe de ser del mismo, mismo, mismo centro de Bilbao. Y que hacía tiempo que no se escuchaba una noticia tan parecida a un chiste de bilbaínos. Intentar justificar que un vasco porta 2000 pastillas de viagra para consumo propio da para desmentir que en este país se folla poco. O poco, o mal repartido, y a este señor le ha tocado el Gordo. También uno se plantea cómo está la demanda de Viagra por esta zona, al ver que alguien trae tanta cantidad. Que tenga cuidado con el consumo propio, y con la posible sobredosis, que igual se queda en posición de “firmes!” hasta el próximo cotillón.
Hablando de traficantes: en México la policía ha detenido a ocho personas en el sepelio del narco Gerardo Gallegos, uno de los miembros más activos del cartel de Juarez. Lo de activo, cuando hablamos de un difunto, hace clara referencia a su pasado, como imaginarán. De todas formas, su funeral se convirtió en toda una escena de película de acción al acudir todo un operativo policial para detener a varios hombres armados que se encontraban en el sepelio. Hubo hasta un tiroteo para que el violento difunto no se fuera al otro mundo sin dejar su sello personal. No hubo heridos, milagrosamente. La verdad es que los capos se lo pusieron muy fácil a la policía, porque todo el mundo sabe que cuando alguien fallece, siempre acude al responso, además de familia y amigos, gente que trabajaba con el difunto. Y en el caso de los mafiosos, aparte de los compañeros de trabajo, los miembros de la “familia” también suelen ser peligrosos.
lunes, 14 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario