domingo, 1 de febrero de 2009

¿A QUE HUELES?

Después de leer estas líneas, recomiendo encarecidamente que acerquen sus narices a sus axilas e intente definir los matices de su aroma personal. Procuren encontrar comparaciones, sutilezas como si estuvieran catando el aroma de un gran vino. También lo pueden hacer con las personas de su entorno, si es que hay confianza para ello. Eso es lo que han hecho en Suiza, y con 50 personas de ambos sexos a los que ha sometido previamente a una sauna de 15 minutos, antes de que los investigadores acercaran sus fosas nasales a sus sudorosos sobacos.
Emocionante, ¿verdad?. Antes de comentar los sorprendentes resultados, les explico que este riguroso estudio lo llevaban a cabo por encanrgo de una empresa fabricante de desodorantes. Atentos, que lo más destacado de este estudio es que el aroma de hombres y de mujeres es distinto.
Hasta aquí, normal. Más curioso es la comparativa de aromas: los hombres olemos a queso, y las mujeres a cebolla. Sí, es ahora, exactamente ahora, cuando recomiendo olerse el alerón. Dicen los suizos que puede haber grandes diferencias por regiones, pero en Suiza así huelen las personas.
El estudio no dice nada al respecto pero ¿ no es bastante lógico que huelan a queso y a cebolla los inventores de la foundie de queso?
¿Tendrá que ver con la alimentación? Si fuera así, eso explicaría que
aquí haya quien huela a bacalao. Bueno, prueben y decidan si huelen a queso o a cebolla. O a Bacalao. Prueben a ducharse más a menudo y póngan dificultades a los investigadores suizos. Lo agradeceremos todos.

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