lunes, 2 de febrero de 2009

GOYA MISSING

Ya no te puedes fiar ni de tus mejores amigos. Albert Solé, que ganó en la noche del domingo un Goya por su documental 'Bucarest, la memoria perdida' se quedó sin el galardón pocas horas después de haberlo recogido. Como suele suceder, tras la entrega de premios viene la fiesta, y el hijo de Jordi Solé Turá compartió su triunfo con la representación de la película "Los crimenes de Oxford" en un conocido bar madrileño. Todo indica que el guardarropa del conocido bar no es el lugar más seguro para dejar un Goya. Esto me recuerda una anécdota de ricos: en una fabulosa vivienda de Neguri cuando, al finalizar una fiesta de alto copete, una señora perfectamente enjoyada solicitó al mayordomo su abrigo de visón, mientras se despedía de los anfitriones.
El mayordomo, en una muestra de humor y critica sobre las selectas
amistades de sus jefes le dijo: "señora, llega tarde. Los visones se
acabaron hace una hora." Afortunadamente, era sólo una broma.
En el caso del Goya desparecido, no es broma. Se lo han robado a Albert Solé. Tiene un disgusto tremendo y la directora de la Academia de Cine Angeles Gonzalez-Sinde ha intervenido pidiendo a los "amigos" que le ayuden a buscarlo. Ya sabemos que algunos premios se entregan a personas que no se lo merecen, pero de ahí a que alguien tenga un Goya que no ha ganado, hay una distancia. De momento, además del disgusto, una anécdota más para contar de estos premios que siempre dan que hablar.

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