La Dirección General de Tráfico ha impuesto una multa a por exceso de velocidad al conductor de un coche de bomberos de Valencia. Muy bien hecho, sí señor. Conducía a 122 kilómetros por hora, cuando el límite era de 100. Por cierto, 100 son los euros que tiene que pagar el loco del conductor que iba a semejante velocidad alegando que iba a sofocar un incendio.... ¡vaya excusa!
Desde el cuerpo de bomberos han explicado que este tipo de sanciones se han producido en otras ocasiones, lo que, a mi entender, no hace más que dar cuenta de que hay mucho conductor temerario en el mundo del bombero. También se podría aplicar estas sanciones a las ambulancias, que tienen esa manía de saltarse los semáforos e ir a toda prisa obligándote a apartarte del carril. ¡Y encima van todos metiendo ruido!!!! Esas sirenas escandalosas, esas luces.... lo raro es que no les hayan puesto multas por llevar los vehículos excesivamente tuneados. Menos mal que las multas sirven para algo.
En caso de incendio, ya saben: calma, mucha calma. Los bomberos deben conducir según las normas establecidas, y cuidadín con dónde aparcan: qué no se les ocurra dejar el coche en doble fila. Y que pongan OTA, claro.
jueves, 28 de mayo de 2009
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