DESVIO DE FONDOS

Se les llama así: desvío de fondos. Podría llamarse mangoneo, pero parece más técnico llamarles fondos desviados. En el Reino Unido no salen del asombro y la verguenza ajena que produce saber en qué tipo de desvíos acaban los dineros públicos manejados por algunos parlamentarios. Tras saber que algunos y algunas incluyen en sus gastos algunas pelis porno, la comida de sus mascotas, o la reposición de bombillas, ahora se enteran de que un diputado hizo un estanque para patos en su jardín con casi 2000 euros públicos. Además, incluyó 33000 euros más en gastos de jardinería. Salvo los patos ingleses, la opinión pública está escandalizada. Una ex ministra de Educación, muy educada ella, pasó los gastos de una inundación en su casa al herario público, cuando tenía un seguro que le cubría esos daños. Y así, un sin parar de escándalos. Sólo falta saber si también financiaron desde el Reino Unido el vestuario de Malena Gracia en “Las corsarias”.

No es por comparar, pero hasta tiene más justificación que un político acepte trajes de regalo, que al fin y al cabo forman parte de su imagen pública, que se compre pelis porno, o se haga estanques en el jardín.