Cansada de aguantar silbidos y piropos, especialmente los lanzados por unos trabajadores que asfaltaban una carretera, una turista israelí no dudó en responder a los mismos con un desnudo integral en medio de la via pública.
La mujer que se acercaba a un cajero automático en la localidad neozelandesa de Kerikeri tuvo que aguantar primero los piropos de un grupo de vecinos , que ya consiguieron sonrojarle.
Tras este primer mal rato, unos trabajadores de la construcción le ofrecieron todo un recital de silbidos que acabó con su paciencia y, ni corta ni perezosa y con absoluta calma, la turista israelí se despojó de su vestimenta, les dejó mudos a los obreros, y con la misma tranquilidad se volvió a vestir.
Alguien avisó a la Policía local. Nadie llamó porque se estuviera molestando a una turista, sino porque una mujer estaba desnuda en la calle, ofreciendo un espectáculo escandaloso.
La Policía informó a la mujer de que su actitud era totalmente inapropiada en Nueva Zelanda, aunque no fue sancionada por su actitud. Y, como suele suceder, los piropeadores y silbadores que asfaltaban la calle siguieron su trabajo sin incidencias, mientras comentaban la provocación a la que habían sido sometidos.
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