Hay que tener mucho cuidado con creerse todo lo que se lee en la pantalla del ordenador. Incluso lo que escribo yo mismo no es para creérselo a pies juntillas. En Bélgica no se habla de otra cosa estos días, ya que la Agencia de noticias más importante del país anunció hace semanas la puesta en marcha de un nuevo servicio de información para que la ciudadanía pudiera así acercar cualquier noticia a la agencia, tal y como funciona "Twitter". Todo parece mentira que no sepan que todos podemos ser informadores, pero también todo el mundo puede no decir la verdad.
Alguien hizo llegar a la redacción digital recien estrenada el anuncio de la muerte de la reina Fabiola de Bélgica. Incluso se decía el motivo: no era su avanzada edad, sino el disgusto que le dieron al anunciarle el divorcio de los príncipes Laurent y Claire. Y algunos medios dieron por válida la noticia y se extendió rápidamente. Fabiola, sigue vivita y coleando (es un decir), y las críticas se han disparado por todos los medios. No se sabe quién creó el rumor, pero sí qué medios lo han difundido y sin contrastarlo. Desconozco la opinión de Lydia Lozano sobre este asunto, ella que es experta en informar sobre difuntos vivos, pero una vez más la búsqueda incansable de la noticia nos ha jugado una mala pasada a los medios. Pongan todo en cuarentena y si no es verdad, al menos que sea divertido lo que se cuenta y no alarme a nadie. Pobre Fabiola: qué susto se habrá llevado.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario