Qué infancia hemos tenido!!!
Acabo de leer que según un reciente estudio publicado por la revista “Chest”, la aplicación de el popular “vicks Vaporus” en menores de dos años puede tener consecuencias muy graves, al contener productos irritantes en las vias respiratorias que provocan mucosidad y que pueden llevar a obstruir las vias respiratorias. Este popular ungüento se lleva usando desde 1891, año en el que se inventó. Casi 110años después, y sin tener datos de que nadie se haya muerto por culpa del mejunje mentolado, nos dicen que puede ser peligroso. Cosas que pasan.Llama la atención saber que han llegado a esta conclusión despues de realizar un riguroso estudio aplicando vicks vaporus en hurones, que dicen que tienen mucha similitud con los humanos. La verdad es que sí que conozco algun humano con parecido físico al hurón. Sólo imaginarme como se unta el pecho peludo de un hurón con ese pringue, me da cierto asco. Es normal que el hurón acatarrado, con todo su pelaje pegajoso y oliendo a caramelo de farmacia, se ponga mas nervioso de lo que normalmente es y se ahogue de angustia. Pero no me consta que ninguno de los niños que hemos vivido nuestros mejores catarros de infancia forrados del vicks vaporus se haya ahogado. Es más: hemos sobrevivido a todos los alimentos forrados de grasas, sin tomar cinco piezas de fruta al día, con el humo del tabaco y la polución por todas las esquinas, y tomando “quina San Clemente” para tener más apetito. Y aquí estamos, oiga.
martes, 13 de enero de 2009
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