PORNO CRISIS

La alarma saltó hace unas semanas, cuando los grandes productores de cine porno estadounidense pidieron ayuda pública para financiar la industria y que la alegría sexual no decaiga en tiempos de crisis. Las descargas ilegales ( me refiero a internet, que quede claro) y la amplia oferta gratuita y amateur que ofrece internet ha reducido mucho las producciones y está dejando en el paro a intérpretes y a directores de cine X. Guionistas no creo que vayan muchos al paro.Hoy leemos que la industria de porno española también se resiente y la mayoría de su plantilla se tiene que buscar la vida en otros sectores. Sabemos que una de las actrices más conocidas ha tenido que retomar su trabajo como pescatera, porque el precio por escena sexual ha caído tanto que gana más vendiendo un txitxarro que tumbándose un rato. Los profesionales dicen que hay quien antes cobraba 500 euros por escena, y ahora hay quien las graba por 100. Los que ganaban 3500 euros mensuales, ahora no ganan ni 500. Siempre se ha sabido que hay quien hace de todo por amor al arte, pero los "artistas" provocan que los precios caigan. Y no hay convenio regulador, y eso se nota. No hay convenio, aunque la verdad, si lo hubiera, mira que tendría su punto leerlo sólo por morbo. Tendría que delimitar tipos de escena, las tarifas, el horario de trabajo, normas de seguridad laboral, vestuario laboral... Bueno, de vestuario laboral no creo que hay reseñas.Los sociólogos, sicólogos, y todo aquel estudioso del comportamiento humano en tiempos de crisis deja claro que las relaciones sexuales sufren las recesiones económicas. Cuando el hambre entra por la puerta, el amor salta por la ventana. Y si no hay presupuesto, salimos menos a buscar amor o algo parecido, a la calle. Vamos, que tampoco son buenos tiempos para esas alegrías. Siempre nos quedará el consuelo, si no podemos comer marisco, de ir a ver las pescaderías y más si le vemos a una ex actriz porno desescamar una merluza. Imaginación al poder.