A lo tonto, a lo tonto, ya hemos llegado a Nochebuena. Noen las mejores condiciones económicas, pero hemos llegado casi todos. Thierry d e la Villehuchet no ha llegado. Se trata de un financiero francés, afincado en Nueva York, que supuestamente acabé con sus días cortándose las venas e ingiriendo pastillas en su despacho de Manhattan. Tenía 65 años y se sabe que dirigía un fondo de inversión que había perdido más de 1400 millones de dólares gracias a las maniobras fraudulentas de Madoff.
Dicen que estaba abrumado por el descalabro económico al que había llevado a sus clientes. Que estaba intentando por todos los medios recuperar el capital perdido. Parece que la desesperación ha acabado con todo en la vida de este financiero que, en el mejor estilo de los que se deseperaron en el crack del 29, ha decidido suicidarse.
Al menos, no se ha tirado por la ventana, como sucedió entonces. Lo digo porque el impacto mediático aún es mayor con presencia de público y bastantes impactos tenemos a diario sin necesidad de ver cadaveres. Dicen que es la primera vícitima directa de la crisis mundial. Nos olvidamos que hay quien se muere de hambre por minutos. Aún así, confiemos que sea la primera, y la única victima ilustre.
martes, 23 de diciembre de 2008
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