Siempre fue una de mis asignaturas favoritas, aunque lo de recordar fechas y nombres no fueron fácil. Hay algunas fechas que sí son más fáciles de recordar, por la importancia que se les da en algunos lugares. Ese 1492 que tan importante fue por el descubrimiento de América y por el fin de la Reconquista nos lo han hecho memorizar a unas cuantas generaciones, pero no en todas partes. Un estudio realizado en Estados Unidos revela que el 26 % de los jóvenes cree que Colón llegó a América en 1750. Es comprensible: les habrán contado tantas veces que Estados Unidos es un país joven de poco más de 200 años que echando cuentas, y como muchos no pueden imaginar que hubo más mundo antes de la existencia de los Estados Unidos, ponen en el siglo XVIII el Descubrimiento.
Hay otra cuarta parte de los jóvenes encuestados que no saben quién fue Hitler y tampoco saben contra quién luchó su país en la Segunda Guerra Mundial. Un 10% dice que Hitler fue un fabricante de armas. Sin comentarios. Bueno, de Japón si habrán oído hablar, porque no todos los días te bombardean Pearl Harbour. Pero Alemania.... eso pilla a desmano. ¿Cuántos sabrán por qué Estados Unidos está en Irak? ¿Y cuántos sabrán donde está Irak?
De todas formas, y para que no pensemos que la incultura sólo les afecta a temas relacionados con otras partes del Planeta, la mitad de los encuestados tampoco sabían poner fecha a la Guerra de Secesión y de “La cabaña del tío Tom” no habían oído ni hablar.
La Historia ha generado la monarquía en muchos estados. Y la ha abolido en otros. En el Reino Unido se mantiene, aunque hay costumbres que cambian en Palacio. El príncipe Carlos de Inglaterra ha decidido suprimir el foie-gras de los menús de sus residencias. Es una muestra de protesta por la “tortura enlatada” que supone producir esta delicia gastronómica. De aquellos años en los que a los Reyes les importaba más bien poco el día a día de los plebeyos, hemos pasado a la preocupación por el hígado de ánades. Conocido por su amor a la huerta, que nadie espere en una hipotética invitación a cenar por parte de Carlos de Inglaterra que se va a poner las botas a comer exquisiteces. Igual te toca probar las acelgas ecológicas de Charles. Y olvídate de aliñarlas con aceite de oliva, que los británicos no usan.
jueves, 28 de febrero de 2008
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