lunes, 25 de febrero de 2008

SOSPECHOSOS HABITUALES

Madrid estrena un sistema de videovigilancia en la calle Montera. Esta céntrica calle cuenta desde hoy con 31 cámaras que recogerán imágenes de lo que sucede en esta conflictiva zona donde la prostitución ha provocado desde hace años numerosos problemas vecinales. El asunto no ha resultado fácil, ya que la posible vulneración de la intimidad del ciudadano pesa mucho y hay que preservarla. Sinceramente, no se me ocurre qué puedo hacer en la vía pública que pueda poner en peligro mi intimidad. Podemos discutir si la intimidad sólo reside en ámbitos particulares o lo público comienza donde uno da su consentimiento, pero , ante la duda, todos solemos controlar nuestras acciones en escenarios como pueda ser una calle. No me preocuparía mucho que me viera nadie paseando por la calle Montera, algo que ya he hecho en varias ocasiones, y tampoco a las trabajadoras del sexo creo que les vaya a preocupar que les vean. Están acostumbradas. Pero es probable que los clientes, que siempre se han servido del anonimato, de la clandestinidad y del secretismo lleven peor que alguien pueda ver su imagen a través de una cámara en plena negociación de precio por servicio.
Donde habrá que pensar en poner cámaras de vigilancia es en algunas furgonetas de reparto. En la localidad valenciana de Xiribela han detenido a un hombre como presunto autor del delito de hurto. Se le acusa de haberse apropiado de 254 jamones que debían haber sido repartidos y que nunca llegaron a buen puerto. Este individuo no supo medir la avaricia. Intentó despistar demasiado jamón, que los cuartos traseros de 127 cerdos, es mucho cerdo para echar de menos. Es más, el supuesto ladrón fué detenido cuando intentaba despistar seis jamones. Mira que comen jamón en su casa....

Pero para estafadora ingenua, Caockmari Omoike, gambiana de nacimiento y sueca de 36 años que inventó dos familias imaginarias para conseguir ayudas sociales. Casi 30.000 euros, que ya son ayudas para poder mantener a sus 18 hijos. Imagino que si no la llegan pillar, su edad aún fértil hubiera provocado una familia aún más numerosa en su imaginación. Lo digo porque no es que esta mujer haya incrementado el número de niños para alcanzar ayudas, sino que ni siquiera ha sido madre. Aseguró necesitar alquilar dos pisos, justificó un precio de alquiler superior al real. Pero ¿cómo es posible conseguir estas ayudas sin inspección previa? Efectivamente, porque no hubo inspección. La estafadora consiguió las ayudas solamente realizando llamadas y justificando que no podía acudir a los centros de asistencia. Seguro que ha habido mucha animación en el Departamento de Asuntos Sociales entre los inspectores competentes. Y lo de competentes, es un decir, claro.

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