miércoles, 27 de febrero de 2008

CAMBIOS EN EL GUION

En el medio televisivo se habla de formatos de programas: Estructuras de programas, equipos humanos, escenarios, sintonías y guiones que hacen que una idea de programa se convierta en un producto registrado. En la Iglesia también renuevan formatos: Las Misas tiene su formato básico, con ligeras adaptaciones y, de vez en cuando, se producen cambios y novedades. La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Iglesia quiere revisar algunos de los momentos más importantes de las misas para intentar que sean más “efectivas”. Quieren que la homilía dure como máximo diez minutos, y que se aborde sólo un tema en ella, para que el mensaje no se pierda. Como si de unos guionistas televisivos fueran, desean que vuelva la genuflexión ante las hostias, se reciban en la boca en vez de en la mano y se favorezca la adoración de rodillas. Hay que cuidar la puesta en escena.
Por su parte, el antiguo cardenal de nueva York, John O’Connor, pensó en la estresada vida de los fieles neoyorkinos e instauró una misa a las ocho de la mañana, con una homilía de un máximo de dos minutos, para que, de esa manera, a las ocho y veinte minutos los fieles pudiesen estar en la oficina. Hay que competir con el gym, que no hay tiempo para todo. ¿Habrá pensado alguien en la posibilidad de incorporar un “step” o una bici estática a los bancos corridos de la feligresía?

Otro cambio que habrá que incluir en los guiones habituales de la sociedad es el que contempla lo que es una familia . Los datos que aporta un estudio realizado por el Instituto Vasco de Estadística ofrece datos cuanto menos novedosos: el hogar tipo tradicional, de padres con hijos, es sólo el 40 por ciento de los hogares. Las personas que viven solas o en pareja pero sin descendencia es el 44 por ciento. También se incrementan los hogares donde los hijos no se independizan y acaban incorporando a su pareja. Vamos, dos generaciones de parejas bajo el mismo techo. Los hogares son menos densos, hay más mujeres que viven solas y la viudedad acelera ese incremento. Todo indica que cuando alguien reivindica la familia y el hogar tradicional, debiera pensar que su causa no es la mayoritaria, aunque sea respetable.

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