martes, 23 de febrero de 2010

El pisito del Papa

Hace 17 años que falleció Doña Patrocinio, una dama madrileña muy religiosa y que donó un piso de su propiedad situado en Madrid al Papa Juan Pablo II. En él vivían de alquiler una pareja gay, Alberto y Miguel Angel, que descubrieron que el heredero vivía en la Santa Sede el día que se pudieron en contacto con el nuevo propietario para exigirle el arreglo de unas humedades y se encontraron con que el que contestaba era el Nuncio Apostólico de la Santa Sede en Madrid.

No sabemos si fue a ver las goteras con sotana, o si resolvieron el problema las Hermanas Reparadoras. Lo que si consta es que se les ofreció la posibilidad de comprar el inmueble, y así lo hicieron.

Poco parecía importarle al nuncio apostólico, y al propio Papa, que los compradores fueran gays. ¿Tolerancia o descuido? La pareja puede presumir de tener, en las escrituras de su vivienda, que el vendedor era el mismísimo Santo Padre. Actualmente, Alberto y Miguel Angel están felizmente casados, y viven en la casa del Papa, aunque no con su bendición.

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