EL BELLO Y LA ......

Un famoso sex symbol masculino reconoce esta semana en una revista su relación sentimental con una famosa e influyente mujer. Se hablaba de ellos hace tiempo y pocos daban por buena esta relación. Ya se sabe que cuando el hombre influyente sale con una mujer bella, parece todo normal. Acuerdense de los tiempos en los que Rodriguez Menendez retozaba en la cama de su dormitorio con Nuria Bermudez o Malena Gracia. Sí, daba asco, pero se cumplían los tópicos. Pero si los roles cambian, todo chirria. Puede darse el caso de que el joven superguapo se haya enamorado de la influyente mujer y que nadie se lo crea. Y menos se lo creerá su anterior y famosa novia, que le abrió las puertas de la fama al superguapo. ¿Les va sonando la historia?
Hay quien dice que la señora influyente está fascinada con él, a pesar de que no promete ( según dicen) en posición horizontal lo que aparenta en vertical. Tal vez ella necesitaba, además de su impresionate agenda de contactos, otra tarjeta de visita más humana y espectacular. A él le viene bien esta relación. Mejora su imagen, aunque no la tuviera muy dañada por su pasado noviazgo. Su ex tiene poca credibilidad. Ella y los siete. Si él no se cree este noviazgo, si fuera para el superguapo todo un paripé, desde luego ha demostrado paciencia porque la historia se va alargando en el tiempo y ahora sale a la palestra. Debo de ser un romántico y voy a hacer lo posible por creerme que, en realidad, al superguapo le gustan las mujeres mayores, no especialmente sexys y que lo que menos le importan es que sean influyentes. Hay de todo en esta vida.