Coleccionar monedas no tiene por qué implicar buscar ejemplares de gran valor histórico o económico. Yuri Babin es un pensionista siberiano que ha dedicado sus últimos 20 años de vida a coleccionar monedas de un copec, lo que viene a ser un céntimo del rublo ruso.
Su colección cuenta con cinco millones de monedas y más de siete toneladas y media de peso, lo que le ha obligado a ampliar su vivienda y a reforzar los cimientos de la misma.
Tan valiosa y pesada colección tiene un objetivo: erigir un monumento al copec, a la humilde moneda que, según Yuri Babin, ha pasado por tantas manos de tantas generaciones de rusos”.
Estas declaraciones coinciden con las del Gobierno Ruso, que estudia la posibilidad de renunciar al uso del copec, debido a su escaso valor, con lo que el monumento que propone nuestro coleccionista jubilado aún tendría más sentido.
Lo que parece evidente es que esta moneda no debe de usarse mucho a día de hoy ya que hay quien tiene en su casa siete toneladas de monedas y el sistema monetario ruso ni se ha enterado.
Y puede que esta noticia anime a algún coleccionista de céntimos de euro que, como le sucede al copec, cada vez vale menos
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