domingo, 8 de marzo de 2009

LA COSA

Empieza a cansar que todo el mundo no haga más que hablar de la cosa. Que si la cosa está mal, que parece que va a peor. El sábado me decía la propietaria de un comercio que está aburrida de que todo el mundo le pregunte cómo va la cosa. Y que está aún más aburrida de que todo kiski le diga que hay que ser optimista. Me decía que cuanto más veces escucha eso, más se deprime. Hablar de lo mismo cansa, y hablar tanto de optimismo es una forma de reconocer que hay mucho pesimismo en el ambiente."La cosa" lo invade todo. He visto en televisión que una carnicería ha puesto una cartel en su entrada diciendo que estña prohibido hablar de "la cosa". La cosa, que ahora sólo hace referencia a una situación económica concreta, es un término que vale para infinidad de situaciones. Piensa, piensa en la de veces que utilizas esa palabra. Lo engloba todo: "Las cosas que pasan", "así están las cosas", "qué cosas me cuentas!" son algunas de tantas frases hechas que incluyen la palabreja en cuestión. Incluso hay personas tan desagradables que admiten la calificación de "cosa", en tono absolutamente despectivo. La cosa es que, con las cosas que están pasando, sólo llamemos cosa a la crisis (salió la palabra).Y, cosas de la época que nos ha tocado vivir: mientras las cosas no apunten mejor, seguiremos preguntando cómo nos van las cosas como forma de saludo cordial. Cosas que pasan. !qué cosa!

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