!ZORIONAK!

Aquellas personas que no disfrutan de la Navidad, y con toda la comprensión por mi parte, deberían agradecer que al menos, se note en las calles una sensación de felicidad en muchas personas. Será ficticia, provisional, y muy comercial, pero al menos hay quien la trasmite. En un año de caras largas, de preocupaciones, de situaciones difíciles para muchas personas de nuestro entorno, se agradece más que nunca toparse alguno de estos fans de la Navidad.

Entre esta especie humana, hay quien pierde la sonrisa con el agobio de pensar en qué regala, qué pone para comer y cenar, al ver las veces que pasa la tarjeta de crédito por caja. Las colas, algunos empujones, el “no, lo siento, pero se ha agotado” complican y cambian el humor.

También hay quien, a pesar de todo, no van a permitir que se les amargue la fiesta. Estoy con ellos: si de algo sirve el regalo, la cena, y los agobiantes mensajes de felicitación en el buzón y en el móvil es para saber que hay quien se acuerda de tí, y quien quiere estar contigo en estas fechas. Me quedo con eso. Como siempre, faltará gente, pero habrá quien quiera estar. Ese es el espíritu de la Navidad, y espero que os pase muy cerca.